20 sept 2014

Tercera parada: hola y adiós, San Francisco.

"Si vas a San Francisco, asegúrate de llevar algunas flores en el pelo". Así empieza la canción de Scott McKenzie, que mismamente se llama San Francisco.
Yo las he dejado plantadas aquí, para que echen raíces y me hagan volver de nuevo.
Adoro San Francisco. Me ha enamorado la ciudad. Cada calle y cada cuesta.

A diferencia de LA, es una ciudad asequible para los turistas. Es fácil de andar y no es tan grande como NY. No hay problema por hacer el recorrido andando. Yo sólo he cogido transporte público para ir desde Oakland hasta allí. Eso si, el transporte público es caro de cojones. Mucho más que el de NY.
Las distancias aquí son mucho más cortas. Además es muy entretenido. Las casas son increíblemente bonitas. En serio, son preciosas. Y andar por la calle viendo esas casas y edificios similares es muy ameno. Y como ya comenté en una foto, y quizás sea lo que más te hace enamorar, es que, da igual donde sea, pero si te asomas a cada esquina, de cada calle, mires al norte o al sur, al este o al este, esa esquina te regalará una vista magnífica digna de foto. Ya sea una cuesta inmensa hacia abajo que acaba con unas vistas a un lado de la bahía. Ya sea otra calle con una cuesta tan empinada hacia arriba con una hilera de coches que parece que van a volcar. O ya sea con una vista lejana donde puedes otear toda la ciudad. San Francisco mola mogollón.
Subir a la colina de Twin Peaks, aunque infinitamente cansado, es una de las cosas más gratificantes que he hecho en este viaje. Además, el barrio humilde del Mission District se funde casi sin darte cuenta con el barrio de Castro, que, para que me entendáis, viene a ser el chueca de San Francisco. Súper bonito.
Mi parte favorita, sin duda, ha sido la zona de los muelles. La bahía es increíblemente bonita. Con los puentes a cada lado e islas a lo lejos. El muelle 39, por ejemplo, es otro circo sobre el agua, más aún que el de Santa Mónica. Además, hay infinidad de ferrys para llevarte a un montón de sitios.
Yo hoy he tenido mucha suerte. En el muelle 33 esta el embarcadero para ir a Alcatraz. Cuando he llegado había muchísima gente y un cartel que ponía: próxima excursión disponible 23 sep. He dicho "mierda" pero aún así he preguntado a uno de la taquilla que si, por casualidad, tenían una entrada por ahí perdida. He tenido tanta suerte que me ha dicho que una mujer vendía una entrada para el viaje de las 11, y eran las 10:40!! Al final he comprado la entrada por 20$ cuando en taquilla eran a 30$.

La famosa esquina de Haight con Ashbury, tan conocida por ser la zona donde más influencia tuvo el movimiento hippie, es una zona muy chula también. El ambiente y los locales son parecidos a lo que podría ser alguna zona de Malasaña, pero con hippies en vez de hipsters.

Otra cosa. En tres días, me atrevo a decir que he recorrido la mayoría de los barrios de la parte central y norte de la ciudad. Andando durante tantas horas estoy seguro de que he pasado por casi todos. Y quitando la zona cerca del ayuntamiento, en donde había un poco más de "desorden", por todos los sitios he ido andando completamente tranquilo y seguro. No me he sentido inquieto ni un sólo momento....

A pesar de todo, echo de menos el cuarto de John que tenía en Santa Mónica. Primero porque el cuarto era realmente acogedor y estaba tan cerca de la playa... Además la cama era enorme y súper  cómoda, no como ahora que estoy en el salón, en un sofá cama con más bultos que la espalda de un camello. No duermo bien, no. Además, el perro chico que tiene es un puto coñazo que no hace más que subirse a mi cama y es un puto pesao...cuando no está ella lo echo, pero no puedo hacer nada si está... Fucking perro... Pero bueno... La casa esta llena de plantas y de altares budistas con piedras y gemas, da mucha tranquilidad... Y lo más importante... Era de las cosas más asequibles económicamente que encontré aquí...

Anyway. Quiero volver a SF, pero con alguien y disfrutar de la ciudad también de noche y comentando las cosas... Reír con los sonidos tan bobos que hacen los leones marinos. Y tirarse ratos de charla en los embarcaderos de la bahía  y con unas vistas espectaculares...
Mañana me voy a San Diego, y estaré un día menos que aquí, hasta el martes por la mañana. Sigue siendo el mismo uso horario, eh?? 9 horas menos que en España. Y de verdad me apetece salir de fiesta mañana después de una tarde de playa. Si, me apetece.

Poco más chavales. Seguiré narrando las aventuras por América. Aún me quedan dos paradas más, y una de ellas es la esperada Hawaii.

Besos y quiérolos para todos los que lo lean.

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