24 sept 2014

Cuarta parada: Hi and bye, San Diego

Cuesta escribir sobre San Diego cuando ya estas en Honolulu... Pero ahí voy!
Ha sido la parada que menos ha durado, apenas he estado casi tres días, así que no he visto mucho. Realmente no es una ciudad que tenga muchas cosas fascinantes para ver. Es una ciudad que tiene cosas para disfrutarlas. Quitando Oldtown que es una zona en donde tienen recreado prácticamente un pueblo del oeste con, básicamente, productos mexicanos, las demás zonas para visitar son playas o actividades cerca de la playa. Estuve en Seaport Village. Como su nombre indica es una pequeña Villa llena de plazas, junto a la bahía, en las que hay restaurantes y tiendas de muchas cosas. Si habéis visto el video que subí, veréis que en cada plaza hay música muy californiana en vivo y en directo. Esa zona se comunica directamente con el USS Midway. Un portaaviones que formo parte en campañas contra Japón en la Segunda Guerra Mundial, en la guerra de Vietnam y la Operación Tormenta del desierto. Ahora lo han retirado y lo han dejado como museo. La entrada vale 20$ pero merece mucho la pena. Tiene una audio guia que dura casi tres horas. Además de ver el bicho por dentro, la plataforma de despegue y aterrizaje es increíble. También tienen una cantidad inmensa de cazas, helicópteros y demás aviones. Justo debajo del enorme barco está la estatua de esa foto que todos conocemos, el marinero recién llegado de la II GM y la enfermera. La estatua es muy grande también, y como no, cientos de turistas la rodean.
Escuché la historia. Por lo visto cuando acabò la guerra, la flota que surcaba Japón volvió al continente, a San Diego. Todo el mundo fue a recibirlos con una alegría inmensa por el recién llegado mensaje de que la guerra había acabado. Este hombre y esta mujer, por lo visto, se miraron y se gustaron, no se conocían. Supongo que el éxtasis hizo el resto y se fundieron en ese beso que un fotógrafo inmortalizó. Cuando se supo de la identidad del marinero ya había muerto.

La presencia militar es muy fuerte. Allí tienen la flotilla del Pacífico. Desde ahí se gestionan todas las campañas técnicas militares hacia el océano. Con lo cual, puedes ver cientos de barcos de guerra atracados a lo lejos.

También estuve en otra playa que no recuerdo el nombre pero que estaba también llena de atracciones e incluso nos montamos en la montaña rusa que había. Si algo me queda claro es que a los americanos les gusta poner cacharros y luces cerca del agua.

He estado alojado en el campus de la Universidad de San Diego. Más que un campus es una ciudad. Tanto por las dimensiones y expansión que tiene, la cantidad de edificios construidos, y como por los miles de estudiantes que deben vivir ahí.
Las instalaciones son increíbles. Y tienen canchas y campos súper bien montados para todo tipo de deportes.
No me extraña haber visto los cochazos que se manejan. Si pueden pagarse la estancia ahí, un coche así es lo de menos...
Suelen ser bastante aplicados, la verdad. Se pasan el día entero estudiando. Eso si, cada sábado hay una House Party en alguna casa. No me extraña que se les vaya la pinza el finde... Porque entre semana sólo estudian y hacen deporte. Imagino que el peso de lo que cuesta recae sobre sus conciencias... Muajajaja.

Lo que destaco de esta ciudad es la tremenda facilidad que te da para vivir una vida muy buena. El tiempo y el sol ayudan mucho. Las actividades que puedes realizar en la playa son infinitas, y quizás, la cultura playera californiana sea allí más fuerte.

No lo sé. Sólo digo que San Diego es una buena ciudad para vivir y ahí es muy fácil ser feliz. Lo que he visto de ella, me ha gustado.

Ahora estoy a doce horas menos de vosotros. Intuyo que aquí habrá muuuuchas fotos!

Aloha!!

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