31 dic 2014

Un 2015 de dragones y unicornios.

Cuando hace un año escribí el típico mensaje "despedida de año", (como este) tenía muy claro que 2014 no iba a ser mi año, que sería un año puente, un año ascendente. Tenía claro que mi año iba a ser 2015.

Sabiendo eso, me colmé de paciencia y desterré las ilusiones típicas y esperanzadoras que pones con la entrada de cada nuevo año. Me decía: "Chris, tranquilo, este año es puente, nada más." Y, poco a poco, he ido recorriendo ese puente para llegar a hoy, a unas horas de cruzarlo por completo y poner un pie en la orilla que me espera al otro lado. Desconocida, pero que ya, de por sí, tiene unos lugares marcados a los que tengo que acudir. El nuevo año empieza con motivación. Empieza bien. Comienza de manera prometedora. Y eso hace que no me dé miedo la niebla que cubre lo que hay en la orilla y no me deja ver.
No puede ser de otra forma cuando, en una semana, estreno mi primera obra como autor, y, un mes después, estrenaremos otra.

Pero qué decir de ti, 2014, que tan poca fe tuve en ti. Hasta el momento, ha sido mi mejor año profesionalmente. Dos grandes obras para darme cuenta de que amo más aún este arte de interpretar. Un Amor Malentendido, con un pedazo de equipo que ha sido todo un éxito. Que me ha llevado a conocer a grandes profesionales y personas y que me ha dado a conocer, a mí también, en un círculo muy bonito de gente muy bonita y de la que, espero, surjan muchos proyectos.

Es típico echar la vista atrás cuando casi se te escapa de las manos el tiempo en cuya etiqueta de caducidad pone "2014". Es típico decir que grandes personas han llegado a tu vida, que otras se han marchado. Que has vivido decepciones y alegrías. Momentos buenos y momentos malos. Pero es que ES lo NORMAL. No es nada excepcional. Y me compadezco de la pobre alma cándida que no haya percibido esto en sus vidas. 365 días dan para mucho. De eso trata esta película nuestra. De eso va este libro sin final. Esto es ser persona. Esto significa vivir. Ser un valiente, soñador, luchador, bla bla bla. El que ha sufrido y llorado de dolor. El que ha reído y ha llorado de alegría. El que ha visto todo negro para, poco después, descorrer la tela y verlo con una luz casi cegadora, ensoñadora y real (Sí, vivir es contradictorio.) Caer y levantarse. Levantarse y caer. Los que han conocido y despachado. Amado y odiado.... puntos suspensivos... y más puntos. LUCHAR por los SUEÑOS.

No nos creamos excepcionales. Sin duda, todas esas cosas son las que espero en cualquier persona que conozco. Luchar no es un privilegio. Es una obligación. Darse de bruces contra suelo es lo mejor que te puede pasar. Significa que estás apostando e intentando alcanzar algo que deseas. Algo que te importa.
Levantarse, es una obligación. Y ver pasar el viejo año echando la vista atrás lo justo, también. Lo hecho, hecho está.

También es típico dar las gracias a toda la gente que te ha querido y ha estado a tu alrededor. Que te ha hecho ser mejor persona. Que te han hecho sacar lo mejor de ti. Que te han hecho esforzarte al máximo y que te han dado la motivación necesaria para ser lo que, hoy, día 31 de diciembre, eres.
Y yo, como soy un topicazos, también quiero entrar en el saco de esos que dan las gracias.
Gracias personitas del 2014 que me habéis aportado cosas que me han hecho aprender.

Un placer, 2014.  Cuando quieras, 2015.

Nos vemos el próximo año.

Porque volveremos.

Más fuertes.

Más motivados.

Más imaginativos.

                                     Montados sobre dragones....

                                                                                  ... sobre unicornios.

Con más historias que contar....

                                                 .... y que escuchar.

Con más besos que repartir...

                                                   .... más insultos que tragar.

Lloraremos.

Reiremos.

Pero todo más fuerte.

Volveremos.

Soñadores.

Siendo más actores.

                                                Siendo más....

                                                                         ......personas...

14 oct 2014

Ébola, en menudo E(m)bolao nos has metido.

Octubre.
Uno de mis meses favoritos. Que sea el mes en el que cumplo años tiene algo que ver, por supuesto. Pero, además, este octubre se siente diferente. Supongo, que, venir renovado y recargado del viaje por los Estados Unidos tiene, otra vez más, algo que ver en esa sensación.
Pero no todo son buenas noticias. Al llegar me encuentro con algo que ya rondaba el ambiente antes de irme pero parece que, ahora, está aquí para quedarse. Me refiero al ébola.

Antes de esto el ébola era como los billetes de 500€, sabíamos que existía, que por ahí estaba, pero no era algo que pudiéramos tener cerca de nosotros.
Sí. Sabíamos que andaba por allá lejos, en África, y que mataba a mucha gente cada año. Pero solo lo sabíamos por la publicidad de UNICEF que veíamos en las marquesinas solicitando ayuda simplemente mandando un sms.

Pues bien. Ahora todo el mundo lo conoce porque, alguien que no hizo bien su trabajo, acaba de abrirle la puerta y está aquí. Muy cerquita. Ahora todo el mundo lo conoce por la psicosis generalizada que está levantando en Madrid.

Como seres que solo aprenden a base de palos que somos, espero que no tenga que pasar algo realmente grande y grave con este asunto para que nos demos cuenta de que los que deciden por nosotros la han vuelto a cagar.

Pero volvamos a octubre, por favor, y a las cosas positivas que nos viene aportando. El mes de los libras y del equilibrio. Un mes que me hace pensar en que ya voy dejando de ser ese tierno ser con hoyuelos en los carrillos con cabeza casi plateada. Un mes en el que, por otro lado, me hace agradecer a la vida el seguir cumpliendo años y alcanzando, poco a poco, pequeñas metas que te ayudan a crecer.
Pero sí, es duro verte la cara y ver esas pequeñas apariciones de arrugas que van saliendo cuando haces alguna mueca. O cuando miras fotos de años atrás y tu cara aún era angelical. Piensas que ojalá aún te pidieran el DNI para entrar a los sitios. Pero, al mismo tiempo, te dices que ahora es cuando de verdad estás viviendo la vida que se va abriendo ante ti. Que esta independencia que tienes ahora, antes la deseabas con todo tu ser... Pero esa, supongo, es la naturaleza del ser humano. Añoramos lo pasado. Deseamos lo futuro. Queremos poseer lo que no está a nuestro alcance.
Pero debemos ser conscientes que el cumplir años forma parte de nuestro camino, con todo lo que conlleva.

Octubre. Mes de renovaciones. Nos lo empiezan a indicar los árboles que, en silencio, dejan caer sus hojas caducas que ya perdieron el color para dar pasos a nuevas y coloridas hojas.
Tiempo de renovarse... Es el susurro que, desde que estoy aquí, viene una y otra vez a mi mente.
Quiero seguir sintiéndome actor. Y, por suerte, ya he arrancado la motivación necesaria para dedicar tiempo y dinero a seguir ampliando experiencia y formación.

Y tengo mono. Mono de ponerme delante de una cámara ya que llevo tiempo sin hacerlo. Así que acepto guiones!! :p

Como ya he dicho, es el mes en el que empieza la renovación de la energía que fluye (es lo único que me gusta del otoño). Quiero empaparme de ese flujo en movimiento y aprovechar para dejar caer mis hojas caducas y hacer florecer los nuevos brotes. Ya lo dije el pasado Año Nuevo. No creía que mi año fuera 2014, como es lo típico decir: "este año que entra va a ser mi año". Lo tenía, (y lo tengo), bastante claro. mi año será 2015. 2014 solo sería un año puente en el que las cosas empezarían a moverse, y, de momento, así ha sido.
Creo que, desde que estoy aquí, esta siendo el año más provechoso, en el que más estoy aprendiendo y que más gente guapa e interesante estoy conociendo.

Teatro. Cine. Televisión.
Televisión. Teatro. Cine.
Cine. Televisión. Teatro.

Me da igual el orden. El orden de los factores no altera el producto. En este caso, el resultado sería siempre el mismo:

SERÍA INMENSAMENTE FELIZ.


6 oct 2014

USA. Un viaje para el recuerdo.




Tres días después de mi llegada, y ya escribiendo desde el ordenador, voy a copiar lo que escribí estando en el aeropuerto JFK de Nueva York mientras esperaba a coger el último avión con destino a Madrid.

Señoras, señores, esto se acabó. Espero en el JFK, después de un viaje desde Los Ángeles, reflexionando sobre todo lo que he vivido en este mes. Un mes que se me ha pasado volando y lento al mismo tiempo. No es lento en plan mal. Sino que es la sensación que tengo cuando miro atrás. Parece que hace años que andaba por las calles de NY o de Santa Mónica, y apenas hace tres semanas. (Mi barba da fe de ello)
Tengo ganas de llegar. Tenía ganas de volver. Pero, es curioso. Ayer, mientras intentaba dormir en mi cama próxima al aeropuerto de LA, una sensación de nostalgia y tristeza me vino a la mente. Supongo que al ver la hora en la que todo se acaba se acercaba, mis recuerdos me jugaron una mala pasada al pensar que, quizás, nunca más volveré aquí. Que quizás, nunca volveré a ver a estas personas que me he encontrado y que me han ayudado a no sentirme tan solo y distante de los míos y que, de verdad, han hecho un esfuerzo en preocuparse por mí.

Ahora toca reflexionar sobre todo lo vivido y lo visitado. Muchos me habéis preguntado, y me preguntaréis, que con qué ciudad me quedo... Mi respuesta es que no lo sé... Cada una tiene su encanto particular y su handicap correspondiente. Si me dijeran que podría vivir en la ciudad que quiera, no sabría decidir. Tendría que ver las condiciones económicas, laborables y sociales que tendría en cada una. Pero si fueran las mismas en todas, creo que tiraría una moneda al aire.

Vamos por partes.

-New York: NY es NY. No hay más que añadir a la lista de cosas buenas. Además, es la más cercana en hora y distancia a España. Contras: Es muy cara. Los inviernos son muy fríos y los veranos calurosos. En extremo. Y se respira un estrés de vida muy estresante, válgase la redundancia. Además, no sé si soportaría un verano entero ese aire acondicionado a tope cual ventisca.



- Los Ángeles: Aquí habría que dividir. Es una ciudad muy grande con zonas claramente diferenciadas. Downtown me niego en rotundo. Santa Mónica, Westwood y West Hollywood molan. Los Pros están claros: Playas grandísimas. La auténtica y relajada vida californiana. Deportes por doquier y las tías más guapas que he visto en todo el viaje! jaja. El tiempo es otro factor importante. Mucho sol. Contras: Hay un incontable número de mendigos. Si no tienes coche es muy difícil vivir ahí. El transporte público es una basura. Son sitios con pocas cosas para ver. No son lugares bonitos ni con encanto.



-San Francisco: El Pro, clarísimo. Es de las ciudades más bonitas que he visto. De las que más seguro me he sentido andando por ella. El ambiente increíble de los muelles...  Contras: Es cara. El transporte público, aunque es bueno, es carillo. El tiempo tiende a formar constantes neblinas en la ciudad y es más fría que el resto.



-San Diego: Bueno, aquí, la cultura playera californiana de surf, deporte, playas y actividades acuáticas, está más arraigada que en ninguna. Hay una cantidad increíble de estudiantes y de gente joven. Aunque no es una ciudad que destaque por su atractivo o belleza, es una ciudad que tiene algo que te gusta y te hace sentir cómodo. Te despierta un buen sentimiento al imaginarte viviendo allí. Los Contras son más o menos los mismos. El coche es indispensable. El transporte público es aún peor que en LA.



-Honolulu: La lista de los Pros es larga, El tiempo. Allí es siempre verano. Mola mucha saludar diciendo Aloha y haciendo el gesto surfero con la mano (Hang Loose). El surf. Los paisajes. Las playas. Las asiáticas. Los ukeleles y su música. Stich, (que no Lilo). Y, sobre todo, esa sensación ancestral y de bienestar que te produce estar allí. Contras. Los semáforos, (puede ser que esto se aplique a todas las ciudades americanas, pero solo he conducido aquí) Esperas indefinidas; Demasiado caras por el turismo. El tiempo que, aunque sea un pro, también es un contra, ya que puede empezar a llover de repente); La distancia. Son doce horas menos que en España y no se cuantos miles de km. Y, por poner alguna pega más: Estas demasiado cerca de los dominios de Godzila.



Creo que está claro qué ciudad tiene más pros. Pero hay un hándicap demasiado importante que no tienen las otras ciudades... y es que vivir cerca de Godzila no se puede aceptar!... No! Me refiero a la lejanía con España.

Ahora que ya estoy esperando al último vuelo, casi en paz y deseando llegar, dormir en mi cama, afeitarme y reencontrarme con gente a la que echo de menos, estoy sintiendo una satisfacción interior que nunca había sentido (nunca había viajado). Y es que, con toda la humildad, creo que soy un valiente. Este ha sido mi primer viaje (sí, sí, no me miréis así) Un viaje que ha durado un mes en el que he estado en cinco ciudades, he recorrido miles de millas y lo he hecho yo todo solo. Además, tampoco es que mi inglés fuera perfecto, pero ha mejorado.
Seguridad. Confianza. Paciencia. Madurez... Estas son algunas de las virtudes que, creo, se me han acrecentado con este viaje.
No me he montado ni en un bus turístico. Todos los recorridos y las cosas que he visto me los he guisado yo buscando en internet, preguntando y descubriendo lugares, simplemente, por ir andando. Estoy seguro de que habrá cosas que no he visto, pero también lo estoy de que he visto lo más importante e imprescindible...
Y todo eso lo he hecho alimentándome del wifi del McDonals y del Starbucks. No he tenido conexión la mayor parte del día... y eso, os lo aseguro, es duro de cojones!
A pesar de eso, he tenido pocas situaciones de desesperación. Solo una, al coger el vuelo de regreso de Honolulu, el cual se retrasó dos horas y me vi desesperado intentando informar a la persona que venía a recogerme a la llegada a San Diego.
Gracias a Dios, para los muchos aviones que he tenido que coger y los km. que he hecho, ha sido un viaje sin muchas dificultades.

También he descubierto páginas y apps para estancias, alquiler de coches, una especie de medio taxis negros y mucho más barato que utilizaré, sin duda en el futuro.
Gracias a Airbnb he podido hospedarme treinta noches en casas, siendo mucho más barato que en un hotel. Puede haber mejores o peores alojamientos pero, en general, mis estancias han sido cómodas. En especial con Melissa y Agustín, en Brooklyn, y con John, en Santa Mónica. Y es que con ellos no solo ha sido que la habitación sea genial, sino que realmente hemos llegado a entablar una relación de "amistad" y medio confianza. Sinceramente, espero volver a verlos y seguir en contacto.





Por último, quiero agradecer a todos vosotros, que me habéis seguido la aventura desde España mediante las cosas que he ido subiendo. Con vuestros comentarios y "me gusta". A los que me habéis escrito y me ha dado una inmensa alegría al conectarme y ver tantas notificaciones y mensajes... De verdad... Al estar tan lejos, no sabéis lo que me ha animado ver tantas cosas de esas.

Y también, sobre todo, a la gente en USA que ha sacado un momento de su tiempo apra ayudarme en los diferentes lugares en donde he estado. Ya sea ofreciéndome una cama donde dormir; venir a recogerme al aeropuerto o prestarme unas horas del día para ir a hacer algo juntos. Vamos por orden: Melissa y Agustín: John. Brit, Darla, Rosi; Davey, Neecka, Olivia, David, Dorian, Erika; Aley, Amy...
De verdad. Thanks for be nice. I hope see you again. Without you, my feelings would be different.



Y qué decir de USA... Ya de por sí es un país que llama la atención. Ha sido mi primer viaje. Algo que me ha hecho madurar y tener seguridad. He aprendido mucho sobre el mundo y sobre mí. He descubierto como es mi barba hipster...

Always in my heart. Always in my mind...

Love USA

30 sept 2014

Quinta parada: Aloha y Mahalo, Hawai'i

Realmente estoy en el avión rumbo a San Diego escribiendo en papel. Ya lo pasaré cuando llegue ( y eso hago ahora mientras espero que pase esta noche en una casa en Los Ángeles, al lado del aeropuerto para coger mañana el vuelo de vuelta)

Dejar Oahu ha sido, quizás, lo más triste. Es la parte del viaje más lejana a España y, por eso, a la que hay más posibilidades de no volver.
Aunque, la verdad, espero y deseo volver... Pero para estar mínimo tres semanas recorriendo dos o tres islas.
Sé que la isla de Oahu es la menos impresionante de todas y las más "civilizada". Sé que que el resto de islas son más increíbles y esta más arraigada la verdadera cultura hawaiana. Pero, al fin y al cabo, ir a Hawaii no estaba en mis planes originales y tampoco me iba a poner tiquismiquis puesto que es a la que es más fácil ir.
Aún así, he visto paisajes y playas en las que nunca me había imaginado estar. Lost venía a mi mente a cada rato.

Quizás me vengo con la sensación de que me ha faltado ver más cosas sobre la cultura y la vida allí. Quizás debería haber ido al Polynesian Culture Center, pero es que joder! La entrada en condiciones eran como $100 y pico y además estaba bastante lejos.

Me lo apunto para tener pendiente un viaje a Big Island que es la isla más grande. La isla propiamente llamada Hawaii. Una de las menos americanizadas y con los paisajes más bonitos y contradictorios que puedes encontrar: playas de arena negra, ( pero negra brillante); volcanes eructando lava en el Parque de los Volcanes... Iré, iré.

Honolulu esta llenó de japoneses. El 85% de la gente que ves por la calle son de rasgos orientales. Ya sean habitantes propios de la isla, que son muy morenos de piel; o los turistas japoneses o coreanos.

De verdad que he estado en sitios increíbles. Empezando por Pearl Harbor. Estar allí me hizo estremecer. Es fácil imaginarse aquel día de diciembre del 41, a las 8 de la mañana, con el cielo lleno de aviones japoneses lanzando bombas y misiles. Explosiones por doquier y soldados americanos corriendo apenas despiertos, sin saber si quiere que estaba ocurriendo...
Ver el documental que te ponen e ir en barco hasta el USS Arizona ( uno de los barcos que hundieron cuyos trozos sumergidos puedes ver aún) y ver el memorial con los nombres de los que allí murieron...
De verdad que me hizo soltar alguna lágrima... También es cierto que te cuentan toda la masacre. Pero no te cuentan lo que hicieron ellos, meses después, como represalia...

Lugares como el Diamond Head o Lanikai, cuyas vistas nunca olvidaré. Lanikai, sin duda, mi sitio favorito. Tanto la subida a las colinas como su maravillosa playa.

Waimea Valley. Un auténtico bosque a revosar de flora exótica... Un lugar donde han grabado infinidad de películas y series (lost!! 😍)

Haleiwa, un pueblo totalmente dedicado al surf, en North Shore, que es la zona de la isla en donde las olas llegan a alcanzar, en invierno, hasta 8 metros.

En general, ir conduciendo ya es una pasada. Ver esas montañas verdes... Esas crestas volcánicas tan abruptas que parece que han sido recortadas por un niño pequeño... Mirar al frente y ver una playa increíble y volverte y ver esas formaciones rocosas... Ese es el encanto de Hawaii...
Playas como esas, y quizás mejores, las hay en el Caribe. Pero el mirar atrás y ver esas creaciones volcánicas, mirar a los lados y ver islas tan disformes... Eso sólo lo tiene Hawaii y sus volcanes.

Quiero volver. No sólo por sus paisajes... Quiero volver a sentir eso. Ese espíritu ancestral quepuedes respirar cuando sales de la ciudad... Quiero empaparme más de él.

Realmente sientes ese espíritu del Aloha del que tanto hablan. Es difícil de explicar, pero esa sensación de bienestar, esa paz... Como si conocieras a todo el mundo. Como sentir que la tierra, propiamente dicha, te está aceptando allí. Aloha es una palabra fascinante, llena de significados y de emociones...
Mahalo; E komo mai... Son palabras tan bonitas y gratificantes...

Aloha es Hawaii...

Aloha, Oahu. Mahalo por compartir conmigo esas sensaciones...

24 sept 2014

Cuarta parada: Hi and bye, San Diego

Cuesta escribir sobre San Diego cuando ya estas en Honolulu... Pero ahí voy!
Ha sido la parada que menos ha durado, apenas he estado casi tres días, así que no he visto mucho. Realmente no es una ciudad que tenga muchas cosas fascinantes para ver. Es una ciudad que tiene cosas para disfrutarlas. Quitando Oldtown que es una zona en donde tienen recreado prácticamente un pueblo del oeste con, básicamente, productos mexicanos, las demás zonas para visitar son playas o actividades cerca de la playa. Estuve en Seaport Village. Como su nombre indica es una pequeña Villa llena de plazas, junto a la bahía, en las que hay restaurantes y tiendas de muchas cosas. Si habéis visto el video que subí, veréis que en cada plaza hay música muy californiana en vivo y en directo. Esa zona se comunica directamente con el USS Midway. Un portaaviones que formo parte en campañas contra Japón en la Segunda Guerra Mundial, en la guerra de Vietnam y la Operación Tormenta del desierto. Ahora lo han retirado y lo han dejado como museo. La entrada vale 20$ pero merece mucho la pena. Tiene una audio guia que dura casi tres horas. Además de ver el bicho por dentro, la plataforma de despegue y aterrizaje es increíble. También tienen una cantidad inmensa de cazas, helicópteros y demás aviones. Justo debajo del enorme barco está la estatua de esa foto que todos conocemos, el marinero recién llegado de la II GM y la enfermera. La estatua es muy grande también, y como no, cientos de turistas la rodean.
Escuché la historia. Por lo visto cuando acabò la guerra, la flota que surcaba Japón volvió al continente, a San Diego. Todo el mundo fue a recibirlos con una alegría inmensa por el recién llegado mensaje de que la guerra había acabado. Este hombre y esta mujer, por lo visto, se miraron y se gustaron, no se conocían. Supongo que el éxtasis hizo el resto y se fundieron en ese beso que un fotógrafo inmortalizó. Cuando se supo de la identidad del marinero ya había muerto.

La presencia militar es muy fuerte. Allí tienen la flotilla del Pacífico. Desde ahí se gestionan todas las campañas técnicas militares hacia el océano. Con lo cual, puedes ver cientos de barcos de guerra atracados a lo lejos.

También estuve en otra playa que no recuerdo el nombre pero que estaba también llena de atracciones e incluso nos montamos en la montaña rusa que había. Si algo me queda claro es que a los americanos les gusta poner cacharros y luces cerca del agua.

He estado alojado en el campus de la Universidad de San Diego. Más que un campus es una ciudad. Tanto por las dimensiones y expansión que tiene, la cantidad de edificios construidos, y como por los miles de estudiantes que deben vivir ahí.
Las instalaciones son increíbles. Y tienen canchas y campos súper bien montados para todo tipo de deportes.
No me extraña haber visto los cochazos que se manejan. Si pueden pagarse la estancia ahí, un coche así es lo de menos...
Suelen ser bastante aplicados, la verdad. Se pasan el día entero estudiando. Eso si, cada sábado hay una House Party en alguna casa. No me extraña que se les vaya la pinza el finde... Porque entre semana sólo estudian y hacen deporte. Imagino que el peso de lo que cuesta recae sobre sus conciencias... Muajajaja.

Lo que destaco de esta ciudad es la tremenda facilidad que te da para vivir una vida muy buena. El tiempo y el sol ayudan mucho. Las actividades que puedes realizar en la playa son infinitas, y quizás, la cultura playera californiana sea allí más fuerte.

No lo sé. Sólo digo que San Diego es una buena ciudad para vivir y ahí es muy fácil ser feliz. Lo que he visto de ella, me ha gustado.

Ahora estoy a doce horas menos de vosotros. Intuyo que aquí habrá muuuuchas fotos!

Aloha!!

20 sept 2014

Tercera parada: hola y adiós, San Francisco.

"Si vas a San Francisco, asegúrate de llevar algunas flores en el pelo". Así empieza la canción de Scott McKenzie, que mismamente se llama San Francisco.
Yo las he dejado plantadas aquí, para que echen raíces y me hagan volver de nuevo.
Adoro San Francisco. Me ha enamorado la ciudad. Cada calle y cada cuesta.

A diferencia de LA, es una ciudad asequible para los turistas. Es fácil de andar y no es tan grande como NY. No hay problema por hacer el recorrido andando. Yo sólo he cogido transporte público para ir desde Oakland hasta allí. Eso si, el transporte público es caro de cojones. Mucho más que el de NY.
Las distancias aquí son mucho más cortas. Además es muy entretenido. Las casas son increíblemente bonitas. En serio, son preciosas. Y andar por la calle viendo esas casas y edificios similares es muy ameno. Y como ya comenté en una foto, y quizás sea lo que más te hace enamorar, es que, da igual donde sea, pero si te asomas a cada esquina, de cada calle, mires al norte o al sur, al este o al este, esa esquina te regalará una vista magnífica digna de foto. Ya sea una cuesta inmensa hacia abajo que acaba con unas vistas a un lado de la bahía. Ya sea otra calle con una cuesta tan empinada hacia arriba con una hilera de coches que parece que van a volcar. O ya sea con una vista lejana donde puedes otear toda la ciudad. San Francisco mola mogollón.
Subir a la colina de Twin Peaks, aunque infinitamente cansado, es una de las cosas más gratificantes que he hecho en este viaje. Además, el barrio humilde del Mission District se funde casi sin darte cuenta con el barrio de Castro, que, para que me entendáis, viene a ser el chueca de San Francisco. Súper bonito.
Mi parte favorita, sin duda, ha sido la zona de los muelles. La bahía es increíblemente bonita. Con los puentes a cada lado e islas a lo lejos. El muelle 39, por ejemplo, es otro circo sobre el agua, más aún que el de Santa Mónica. Además, hay infinidad de ferrys para llevarte a un montón de sitios.
Yo hoy he tenido mucha suerte. En el muelle 33 esta el embarcadero para ir a Alcatraz. Cuando he llegado había muchísima gente y un cartel que ponía: próxima excursión disponible 23 sep. He dicho "mierda" pero aún así he preguntado a uno de la taquilla que si, por casualidad, tenían una entrada por ahí perdida. He tenido tanta suerte que me ha dicho que una mujer vendía una entrada para el viaje de las 11, y eran las 10:40!! Al final he comprado la entrada por 20$ cuando en taquilla eran a 30$.

La famosa esquina de Haight con Ashbury, tan conocida por ser la zona donde más influencia tuvo el movimiento hippie, es una zona muy chula también. El ambiente y los locales son parecidos a lo que podría ser alguna zona de Malasaña, pero con hippies en vez de hipsters.

Otra cosa. En tres días, me atrevo a decir que he recorrido la mayoría de los barrios de la parte central y norte de la ciudad. Andando durante tantas horas estoy seguro de que he pasado por casi todos. Y quitando la zona cerca del ayuntamiento, en donde había un poco más de "desorden", por todos los sitios he ido andando completamente tranquilo y seguro. No me he sentido inquieto ni un sólo momento....

A pesar de todo, echo de menos el cuarto de John que tenía en Santa Mónica. Primero porque el cuarto era realmente acogedor y estaba tan cerca de la playa... Además la cama era enorme y súper  cómoda, no como ahora que estoy en el salón, en un sofá cama con más bultos que la espalda de un camello. No duermo bien, no. Además, el perro chico que tiene es un puto coñazo que no hace más que subirse a mi cama y es un puto pesao...cuando no está ella lo echo, pero no puedo hacer nada si está... Fucking perro... Pero bueno... La casa esta llena de plantas y de altares budistas con piedras y gemas, da mucha tranquilidad... Y lo más importante... Era de las cosas más asequibles económicamente que encontré aquí...

Anyway. Quiero volver a SF, pero con alguien y disfrutar de la ciudad también de noche y comentando las cosas... Reír con los sonidos tan bobos que hacen los leones marinos. Y tirarse ratos de charla en los embarcaderos de la bahía  y con unas vistas espectaculares...
Mañana me voy a San Diego, y estaré un día menos que aquí, hasta el martes por la mañana. Sigue siendo el mismo uso horario, eh?? 9 horas menos que en España. Y de verdad me apetece salir de fiesta mañana después de una tarde de playa. Si, me apetece.

Poco más chavales. Seguiré narrando las aventuras por América. Aún me quedan dos paradas más, y una de ellas es la esperada Hawaii.

Besos y quiérolos para todos los que lo lean.

16 sept 2014

Finishing my second stop: The end of my route 66

Cuando llegas a lugares nuevos aprendes cosas. Cuando llegas a Santa Mónica te informas de que la famosa ruta 66, esa que recorre el país de este a oeste, acaba justo en el muelle. Te enteras también de que California pasa por una terrible sequía. De seguir así sólo podrán auto abastecerse de agua hasta 2020. Incluso en estados más puramente desérticos, como son Nevada, Arizona etc llueve más.
Aprendes también a saber que sin coche no eres nadie aquí. Y si encima no tienes gorra la has cagado...
No, en serio. El transporte público se basa en diferentes modelos de autobuses cuyos horarios de ruta se pasan por la misma zona donde yo me paso muchas cosas. Además, como ya he dicho más veces, las distancias son enormes, y calcular una hora de trayecto es normal aquí.
Que Los ángeles sea un condado con más de nueve ciudades y cuya extensión abarque demasiadas millas tampoco ayuda a llegar a los sitios rápido. Y todo ese condado es lo que nosotros conocemos como Los Ángeles, propiamente dicho. Para cada zona tiene autonomía propia con su ayuntamiento y su definición de ciudad.

No voy a enrollarme mucho. Como cuando deje NY, me invade un sentimiento contradictorio de dejar una ciudad a la que no se sí volveré pero me alivia saber que esto todavía no se acaba aquí.

Mañana cogeré un vuelo a San Francisco, un vuelo cortito de hora y media, y como dice la canción:
If you are going to San Francisco, be sure of wear some flowers in your hair...

No voy a llevar flores en el pelo, pero las llevaré puestas por dentro para entrar a la ciudad, dicen, más europea de América y que acogió todo el originario movimiento hippie de Norte América.

La vida en California se vive mejor. No estrés y no problemas. Playa, sol y deporte. Así vive todo el mundo, nos ha jodido! Y eso se nota en la gente y en lo agradable que suelen ser.

Hasta aquí mi despedida de la segunda parada de mi viaje y la primera en California, aún queda dos en este estado y una un poco más lejos.
Pero descuidad, seguiré dando envidia a través de instagram, Facebook y demás!

Buenos días, España. Buenas noches, California.