"Seguro que habéis visto muchas veces al típico tío de las películas que siempre anda con tías buenas, pero que a su vez, es un imán para los problemas. Me refiero a ese tipo al que las rencillas persiguen vaya a donde vaya. Sin buscarlo, pero su talento innato de meterse en líos anda siempre al loro de las posibles situaciones difíciles que podrían darse en cada momento. Aún así siempre rivaliza con su otro don, la seducción. Todo un arte, sí, señor. El susodicho siempre se lleva a la chica guapa, la chica que se enamora de él y es abandonada al poco tiempo ante sus ojos cuando el tipo huye en un coche descapotable, ella lo despide con un pañuelo blanco alzado, entre lágrimas, y el grita sin volverse: "Nena, volveré a por ti". Evidentemente es una mera treta utilizada por nuestro personaje. Deja a la chica pero planta, a su vez, una semilla de esperanza en el corazón de la pobre alma. Ella estará tranquila esperando a su rescatador pensando, ingenuamente, que él volverá. Pero nunca vuelve, o no suele. Porque entre chica y chica vuelve a tener otro lío. Esta vez seguro que ha estafado a un peligroso mafioso dueño de un casino. Me atrevo a decir que le ha robado millones en una sucia trampa bien urdida por su inteligencia. Estará huyendo de sicarios que buscan su cabeza empapelados por los dólares del enfadadísimo gánster, que mientras suda asquerosamente golpea su mesa de despacho haciendo que las venas de la sien le aumenten considerablemente de grosor. Además, el grito que seguro se deja escuchar tras la puerta de su despacho, donde los dos gorilas que la guardan se agitan ante tal bramido de su jefe: ¡No me puedo creer que haya vuelto a escapar!, serán las palabras que vocifeará. Acto seguido se quitará sus gafas de cristales oscuros y se secará el sudor de su media calva con un pañuelo de seda sacado del bolsillo de su americana azul. Quiero a ese joputa con su polla dentro de su culo, y lo quiero ya. Será la amenaza que lanzará al hombre vestido de traje que estará sentado al otro lado de la mesa con gesto serio y seguro.
Pues bien, ese tipo que corre de un lado a otro perseguido por los malos y los problemas y fornicando con tías buenas, soy yo…"